
Durante el año 1964 vivió un hecho histórico para la Undécima, como lo fue el Cincuentenario de su fundación. Hoy a cincuenta años desde ese hecho analiza su paso por la Pompa Italia y su mirada por este primer Centenario de vida.
- ¿Cómo llegó a la Pompa Italia?
- ¿Qué recuerdos guarda de la Pompa Italia en su Juventud?
La alegría de mi primera juventud encontró en la Pompa Italia el mejor escenario para su desarrollo. Los ejercicios de Compañía, las Competencias internas y las del Cuerpo, las noches de Casino y la maravillosa permanencia en la Guardia Nocturna para ser los primeros en enfrentar cada noche a nuestro enemigo. Todo eso y más quedó grabado a fuego en mi mente y en mi corazón hasta el día de hoy.
- Durante su paso por la Pompa Italia ¿Qué valores quedaron para el resto de su vida y que los atribuye a su vida como bombero?
Aprendí los valores de la disciplina. Aprendí a obedecer y a sentir la tremenda responsabilidad que significa mandar.
- Me imagino que tantos años acudiendo al cuartel de calle Unión Americana y luego al de Av. República hace que recuerde con especial cariño a varias personas.
Al Doctor Paolo Raffo Sivori, un gran Director, él es un ícono en la historia de la Pompa Italia, en la colectividad italiana y en el mundo diplomático. Un lujo para la Undécima. El fue el “Chirurgo” que me dio el pase médico para mi postulación.
Recuerdo a Antonio Minoletti, Adolfo Croxatto, Roberto Morelli, Leonel Trisotti como grandes Capitanes y cerebros de las estrategias bomberiles en los incendios y en las Competencias. Sin duda grandes referentes.
A mi Padrino, Antonio Galiani, carismático ídolo, cercano y cariñoso. Un gran bombero y destacado deportista con quien tuve el honor de compartir equipos de Competencias bomberiles y maravillosas jornadas defiendo la “azzurra“ de la Pompa Italia.
A Ramón Cabañas, nuestro Cuartelero, de quien aprendí mucho de lo puesto en práctica en los servicios como bombero. Un gran consejero que nos cuidó siempre como hijos. Su consejo fue fundamental para controlar nuestros impulsos juveniles en cada incendio.
A Umberto Raglianti, una verdadera enciclopedia de nuestra historia y gran conversador en las tardes y noches de casino, un hombre excepción; o a Marco Clandestino, simplemente un personaje inolvidable.
“El consejo de mi padre fue siempre “valentía y prudencia” en el servicio y amor infinito por la Pompa Italia”
César Antonio refiriéndose a su padre don Gustavo Santis
- Usted tuvo la oportunidad de compartir bomberilmente junto a su padre ¿Qué significó para usted este hecho y que consejo dado por él guarda con especial cariño?
Estuve bajo sus órdenes como voluntario y en su momento esos roles se invirtieron, al desempeñarme como Teniente de Compañía. Toda una experiencia.
El ejercicio del mando entregado por los propios pares democráticamente cada año, es la máxima expresión de una organización señalada como la más grande escuela de civismo en nuestra sociedad. Eso fue siempre tema de conversación entre nosotros y cimentó una gran base para nuestra sólida relación de toda la vida.
Siempre me sentí orgulloso de él y de vestir juntos el mismo uniforme.
Aunque era un joven honorario a mi llegada como voluntario, el hecho le dio un nuevo impulso y motivación; “bombeamos” juntos, compartimos techos y pitones, corrimos competencias internas en equipos contrarios y compartimos el “mejor plato de pasta” de muchos días 11 en el cuartel de República. Su consejo fue siempre, “valentía y prudencia” en el servicio y amor infinito por la Pompa Italia.
- ¿Qué recuerdos guarda del cincuentenario de la Pompa Italia?
Tantos:
Un Nuevo Cuartel, Un Nueva Bomba, Importantes ceremonias y celebraciones, el juramento a la bandera y mi bautizo. El nacimiento de la “fiamma” como nuevo símbolo de la Compañía, toda la gran Famiglia de la Undécima reunida.
Sin duda una gran celebración con muchas e inolvidables emociones.
- ¿Qué imagen tiene hoy de esta Compañía que ha cumplido 100 años?
Me maravillo al ver que nuevas generaciones mantienen viva la llama de nuestros fundadores, tanto en el espíritu como en el servicio. Esto es especialmente valioso y significativo en tiempos de grandes cambios en nuestra sociedad, especialmente en lo ético y valórico. Hoy que vivimos tiempos de individualismos y egoísmo me emociono cada vez que veo pasar una de nuestras máquinas tripuladas por los bomberos de hoy, llevando auxilio en sus manos, y en sus almas, esa mágica fuerza que sólo los bomberos hemos sentido
- ¿Qué mensaje daría a los jóvenes bomberos de la Pompa Italia y a todos aquellos que realizan esta labor bomberil en Chile?
Que abracen esta vocación de servicio con toda la pasión que la juventud permite, estando seguros que recibirán a cambio la mayor recompensa que un bombero puede sentir: La profunda e inigualable satisfacción del deber cumplido.